La playa de los ahogados por Domingo Villar

Me topé con este autor por casualidad, hace un par de años, en una librería, su libro Ojos de agua, estaba sobre un montón de libros de oferta. Miré unos cuantos, algunos eran de ciencia ficción y otros eran policiacos. No me gustó ni la portada del libro ni su título, pero me interesó la trama que planteaba en las primeras páginas. También el saber que era del género policiaco. Estaba en aquel momento recopilando material sobre el género policiaco.
No me leí aquel libro enseguida, pero cuando empecé no paré hasta el final.
A mi entender no es libro perfecto, es más bien como un primer escopetazo, un primer ensayo de traer a la vida a una serie de personajes, un primer ensayo que permite al autor testar su capacidad para, sin tener una historia totalmente sólida, crear ambientes adictivos, tensión en la historia y necesidad de conocer el final.
Como digo, aquella historia, Ojos de agua, empezaba creando grandes expectativas y conforme iba avanzando la historia, la propia intriga perdía fuelle, o perdía verosimilitud, o se enmarañaba en una explicación que resultaba un tanto enrevesada y cada vez, esas eran mis sensaciones, menos creíble.
Aún así, sin duda consideré aquella novela, como una buena novela, además de un autor joven (de mi edad), quiero decir que, la novela, a pesar de sus deficiencias tenía un trasfondo que dejaba entrever una gran capacidad para el oficio del autor. Además, por qué no decirlo, algunos diálogos entre Leo Caldas y Rafael Estevez (un poco más comedido en esta segunda entrega) me hicieron desternillarme de risa.
Ahora bien, pasemos a La playa de los ahogados. He de decir que me lo compré el mismo día que me compré Porno de Irvine Welsh y La muerte de Bunny Munro de Nick Cave. Empecé a leer un poco de los tres libros. Cuando me pongo a leer siempre se establece un competición entre los libros (no soy el único, lo sé, Nacho Messeguer y otros, también lo hacen). Y siempre hay uno que acaba llevándose el gato al agua. De momento Cave y Welsh (los cuales rondaban en el fondo, a primera vista, alrededor de una misma sensación y percepción frente al mundo) se han quedado a la espera.
La playa de los ahogados se llevó el gato al agua, por diversas razones. Muchas de ellas personales, muchas veces en las distancias cortas, esto es lo que cuenta.
Una vez ganada la primera batalla, el libro fue ganando las siguientes con sobrada maestría.
El perfil de los personajes esta vez está definido de forma magistral, la introducción de elementos del a vida personal de Leo Caldas para acompañar la historia ha sido una de las mejores decisiones que ha tomado el autor para que esta novela policiaca vaya más allá del género. La descripción de Vigo, de sus alrededores y de su gastronomía me ha empujado a tomar la decisión de que mis próximas vacaciones las pasaré allí. Pero no sólo eso, además, la trama, el enigma esta vez está basado en un engranaje perfecto, una estructura sólida, ni un cabo suelto, pequeñas señales que cobran significado a medida que avanza la historia. Cuando acabé de leerla no pude más que pensar en la perfección de algún elemento geométrico, o en una cruz, pero, no una cruz cristiana, una cruz equidistante, un cruz que bendice una obra.
Chapeau.
Intuyo que la diferencia entre la primera obra, además del mayor dominio del autor, tiene mucho que ver con tener tiempo y dinero para poder dedicarse a tiempo completo a la creación. Se nota que la obra ha ido madurando, no es una obra apresurada, es un homenaje, un homenaje al vino y a un modo de vida.

Una respuesta to “La playa de los ahogados por Domingo Villar”

  1. El Átomo y la Mariposa (el bruto) | Nestormirplanells Says:

    […] Domingo Villar escribí en este blog hace unos años, así que recupero aquella entrada: La playa de los ahogados. En el 2021 sacó El último barco, en el que ahondaba en su literatura negra de orfebrería. Se le […]

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