¡Oh! Gestión, Gestión (Oda a la Gestión)

¡Oh! Gestión, Gestión,

Siempre presente,

Omnisciente,

Implacable,

Persistente,

Insistente.

Imborrable,

Ineludible,

Inevitable,

Ubicua.

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¡Oh! Gestión, Gestión.

Te intenté dar esquinazo.

Me disfracé de músico,

De poeta.

Me emborraché,

hasta perder la conciencia,

Me drogué,

Hasta perder consistencia.

Pero, tú, Gestión,

Esperabas,

Oculta,

Parapetada,

Tu momento.

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¡Oh! Gestión, Gestión.

Tengo que darle, finalmente,

La razón a mi padre:

Eres tú y nadie más

Quien gobierna el mundo,

Mi vida.

Vosotros, olvidad ese falso paraíso prometido

De vino y rosas.

De licores y calentones,

No, de verdad, no caigáis en la trampa,

No existen.

Doblegad vuestros rodillas ante ella:

La Gestión

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¡Oh! Gestión, Gestión,

Tu eres mi reina,

Mi dueña,

Tu ocupas la mayor parte de mi tiempo,

Invades la mayoría de las horas de mi vida,

Formas parte del aire que respiro,

De la comida que me alimenta,

De la cerveza que día tras día bebo.

No puedo dar ni un solo paso sin tu permiso.

Arrinconaste, como una Anaconda

Al pequeño roedor,

A la creación

En un espacio milimétrico,

Asfixiante,

Intangible,

Inmaterial.

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¡Oh! Gestión, Gestión.

Dame tu bendición,

Tu aprobación,

Tu consentimiento,

Acogerme, por fin, en tu seno.

Llévame al lado de las cuentas

Y de los balances,

De las llamadas telefónicas

y de los mails,
Dame más tiempo para reuniones

y cónclaves.

Hazme un hueco, por fin,

En el gran escritorio de la vida.

Hazme, por fin alcanzar

El Gran título de Gestor Universal de Todo,

Solo así podré ya ser feliz y morir en paz.